VED

En general, es difícil determinar qué grado de relación genética y de similitud fenotípica se requiere entre las variedades supuestamente derivadas y las variedades originales, porque el grado de relación entre diferentes cultivos varía. “En Dümmen Orange estamos plenamente comprometidos con la regulación de las VED y reconocemos que las VED no son el resultado de cruzamientos (híbridos), sino que se derivan de una sola variedad. Esa es una buena forma de proteger los derechos del mejorador respecto a esa variedad. Sería muy útil que se pudiera desarrollar un método para demostrar irrefutablemente si una variedad es una VED o no”, declara Biense Visser, director ejecutivo de Dümmen Orange. La empresa quiere tomar la iniciativa junto con otros actores principales del sector de la horticultura ornamental para encontrar un método con fundamento científico para determinar las VED.

Parentesco genético

DEl análisis del ADN es una herramienta importante para probar el parentesco genético. Una de las técnicas utilizadas es el AFLP (amplified fragment length polymorphism, o polimorfismo en la longitud de fragmentos amplificados) en la caracterización del ADN, que se utiliza para determinar si los fragmentos seleccionados de los genomas de dos plantas, por ejemplo, tienen un patrón de ADN correspondiente. El grado de semejanza entre las muestras se puede reproducir mediante un coeficiente de similitud como el índice de Jaccard. Cuanto más se acerca la puntuación a 1,00, más estrecho es el parentesco genético. CIOPORA, la Comunidad Internacional de Fitomejoradores de Plantas Ornamentales y Frutales de Reproducción Asexuada, afirma que es difícil redactar protocolos independientes para las muchas variedades ornamentales que existen y adoptó una similitud genética de 0,90 Jaccard como límite general (2008). Si una presunta VED está por encima del umbral comparada con la variedad protegida por los derechos del mejorador de la planta, la carga de la prueba se revertiría en caso de litigio. Plantum, una asociación de empresas que trabajan en el sector del material de partida, ha sido muy crítica con el umbral general propuesto de 0,90 Jaccard. “Creemos que se trata de una VED cuando el aspecto de la presunta planta derivada se parece más a la variedad original de lo que se esperaría normalmente, basándonos en la variación intraespecífica de esa planta. En un cultivo puede haber mayores diferencias que en otro. La similitud genética es importante, pero también lo es el fenotipo”, afirma Judith de Roos, abogada de Plantum.

La disputa sobre la VED de Gypsophila

En general, se sabe poco sobre la variabilidad genética de los cultivos ornamentales. Esto sucede también en el caso de la Gypsophila, donde hay y ha habido muchos problemas en torno a las presuntas VED y muchas discusiones sobre el protocolo de investigación para demostrar este asunto. Dümmen Orange ha sido acusado por Danziger de haber introducido una VED derivada de unas de las variedades de Gypsophila de Danziger. La empresa israelí Danziger ha decidido que la variedad Vivo es una mutación de su Million Stars. “Vivo es un producto híbrido derivado, entre otras, de las variedades de Danziger y por lo tanto no puede ser considerada una VED (mutante). Danziger quiere demostrar, mediante protocolos de AFLP, que Vivo es una mutación de Million Stars en virtud del protocolo de CIOPORA. Nosotros tenemos serias dudas de que el método aplicado sea adecuado para resolver una decisión de VED de este tipo”, manifiesta Visser. “Si hay una mutación —ya sea espontánea o inducida— y la variedad derivada se basa al 100 % en la variedad inicial, entonces sí se trata de una VED. No obstante, no existe ninguna técnica disponible con un margen de error de menos de una mutación en el genoma. Por eso, técnicamente no es posible confirmar positivamente una VED”, afirma Hans van den Heuvel, director gerente de I+D de Dümmen Orange.

Dümmen Orange ha encargado un estudio de AFLP a Naktuinbouw, el servicio neerlandés de inspección hortícola, para confirmar que el protocolo de CIOPORA es insuficiente y para proponer un nuevo método de ensayo que conduzca a una evaluación científica del límite del índice de Jaccard por cultivo y que sea independiente de la tecnología de detección de ADN elegida. “Estamos convencidos de que el protocolo de CIOPORA lleva a VED idiopáticas (acusaciones en falso). Siempre hemos respetado, y seguiremos haciéndolo, los derechos de propiedad intelectual y los contratos, pero no vamos a aceptar ni a apoyar los resultados basados en métodos de ensayo cuya base científica no esté aceptada”, recalca Visser.

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